En esa reunión (del 1 de diciembre), el Consejo del Popular se mostró cómo había que sacar de
la Presidencia a Ángel Ron para colocar a su «mirlo blanco» para que
iniciaran todos los movimientos para que el Popular cayera en manos del
Santander y éste fuera rescatado con el sufrimiento de 305.000 familias.
El diario El País publicó ayer una información sobre la
reunión del Consejo de Administración del Banco Popular celebrada el día
1 de diciembre. Todo lo que ocurrió con la rebelión del Consejo del
Popular encabezada por Antonio del Valle y Reyes Calderón está
perfectamente explicado en el libro de Manuel Domínguez Moreno Banco Popular. Una operación diabólica.
Además, todo el comienzo de la operación y cómo se utilizó al mexicano y
a la escritora para iniciar la operación bajista ha sido publicado en
estas páginas y ustedes lo han podido leer y compartir.
En primer lugar, todo el proceso de cambio lo inició la señora Reyes
Calderón que servía a los intereses de Antonio del Valle y sin
autorización ni conocimiento del Consejo. Un ejemplo de ello, y me
vuelvo a remitir al libro de Manuel Domínguez Moreno, la propia Calderón
reconoció que ofreció la presidencia del Popular a José Ignacio
Goirigolzarri y a Manuel Pizarro y se puso en contacto con una empresa
head hunter que contrató en nombre del propio Banco Popular y sin
conocimiento del Consejo de Administración para que buscaran candidatos
para sustituir a Ángel Ron.
En segundo lugar, el único candidato que estaban dispuestos a
aceptar, a pesar de que afirmaron en más de una ocasión que tenían una
terna, era Emilio Saracho, puesto que el que finalmente fue el sustituto
de Ángel Ron ya había trabajado con Antonio del Valle.
En tercer lugar, tanto Emilio Saracho como Reyes Calderón se
presentaron en el Banco de España para decirle a Luis María Linde que
tenían la unanimidad del Consejo de Administración para cesar a Ángel
Ron, lo que no era cierto puesto en aquellos momentos Ron disponía de 9
consejeros de 14.
En cuarto lugar, el cambio de presidente no fue voluntario sino
forzado por Del Valle y Calderón. Fueron muchos los consejeros que
votaron presionados para proteger el interés de accionistas, empleados y
clientes del Popular. En realidad, la mayoría de los consejeros no
pudieron participar en la decisión de cesar a Ángel Ron con total
libertad.
En quinto lugar, las condiciones económicas de Emilio Saracho fueron
impuestas por quienes le impusieron en el Popular, ya que, primero,
filtraron el nombramiento y, posteriormente, cuando ya no se pudo dar
marcha atrás sin inferir un daño gravísimo al banco, las negociaron
directamente Reyes Calderón y José Ramón Estévez al día siguiente en las
oficinas de JP Morgan. Para que se pudieran aplicar las condiciones
salariales de Emilio Saracho (4 millones de euros) hubo que realizar un
cambio en los Estatutos internos del Popular.
En sexto lugar, ni Allianz ni Crédit Mutuel estaban en contra de
Ángel Ron y, en consecuencia, a favor de Antonio del Valle. Es más,
Allianz apoyó a Ron hasta que la presión ejercida por el mexicano y
Calderón.
En referencia a Allianz y Crédit Mutuel hay dos hechos que demuestran
que, en primer lugar, no se consideraba que Ron fuera un estorbo porque
la propia multinacional del seguro mantiene al anterior presidente del
Popular dentro de su Consejo de Administración. En segundo lugar, en
referencia a Crédit Mutuel, el banco francés se mantuvo en el
accionariado hasta tres días antes de la intervención. Además, la salida
de Crédit Mutuel demuestra que fue avisado por las autoridades
bancarias europeas de cuál iba a ser el final del Popular y no tuvo más
remedio que salir del accionariado.
No es lógico que ni Allianz ni Crédit Mutuel estuvieran de acuerdo
con una operación en la que perdieron mucho dinero por la depreciación
de sus acciones. Más bien fueron utilizados por Saracho y el Santander
como lo fueron de otro modo el propio Antonio del Valle y Reyes
Calderón.
El Popular tenía problemas por aquellas fechas en que se produjo el
relevo de Ángel Ron pero se podrían haber solucionado si se hubiese
seguido con lo dispuesto en el Plan de Viabilidad presentado y aprobado
por el Banco de España y el Ministerio de Economía de Luis de Guindos,
tal y como se ha demostrado con la rapidez con que el Santander ha
vendido sus activos inmobiliarios a BlackStone y con los más de 43.000
millones de euros que se anotará en sus cuentas la entidad presidida por
Ana Botín en el ejercicio de 2.017. A Ángel Ron le dejaron lo más duro,
el despido de trabajadores para, una vez realizado el ERE, buscar el
cese y que Saracho se encargara de frenar dicho Plan de Viabilidad.
Los tiempos de la operación del Popular ya no se miran en lo que
ocurrió con la rebelión en el Consejo de Administración sino en lo que
ocurrió desde que Emilio Saracho accedió a la presidencia y en los
movimientos que ustedes ya conocen…, y los que aún les quedan por
conocer.
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